Luego de leer el artículo publicado por El Tiempo sobre el título que recibió Colombia el pasado 7 de julio como el ‘campeón mundial de los festivos’ me llegan a la mente, en ráfaga, una serie de preguntas sin aún respuesta .
CONTEXTO:
Colombia ocupa ahora el primer puesto del escalafón de festivos con 20 y Rusia el segundo con 17. En el tercer puesto aparece Brasil, con 16, seguido por la India que empata con Argentina, 14 cada uno. El anterior panorama refleja los países que se destacan por su gran número de festivos, por supuesto nuestro país, es quien lleva la delantera.
Pero, ¿ cómo fue que aparecieron estos días de descanso repentinos en el calendario? Los primeros días feriados que registra la historia tuvieron origen en la India por razones religiosas. Dos mil años antes de Cristo, los practicantes del hinduismo reservaban cuatro días al año, en los cuales no trabajaban, para dedicarlos a la celebración de sus dioses.
A medida que transcurría el tiempo, y nacían nuevos países, cada uno de ellos destinó fechas especiales para recordar sus fiestas patrióticas: el día de la independencia, el del nacimiento de sus héroes, el de la fundación de una ciudad, el de una batalla libertadora… este fue el origen de una “tradición” que nos ha llevado a tener para 2016 veinte días libres, entre civiles y religiosos, sin contar sábados, domingos ni vacaciones.
Con tantos días feriados y con el ánimo de no cortar la semana laboral de forma abrupta, en Colombia, fue implementada una ley – 51 del 6 de diciembre de 1983–que traslada los festivos que caigan entre semana al siguiente lunes esto, aunque no frena el ritmo de trabajo que se adquiere en la medida en que va avanzando la semana, sí conlleva a una alteración, pues si bien el fin de semana está compuesto por dos días, cuando hay festivos las personas descansan un día de más acostumbrándose a ese estado y viendo de forma compleja el tener que retomar sus labores tres días después, de hecho, está comprobado que posterior a cada feriado suele haber más despidos, más conflictos, más desempleo y más resistencia a la productividad por parte de quienes trabajan.
Sin embargo, he aquí donde la ráfaga de replanteamientos viene a mi. Pues el hecho de que seamos el país con mayor número de festivos, no nos hace, por ende, los campeones de la improductividad… se debe aclarar, además, que no guarda relación alguna el desarrollo y productividad de un país con sus festivos.
El país que menos días de fiesta tiene anualmente no es ninguno de los más desarrollados del mundo, ni de las grandes potencias económicas o industriales. Es Bolivia, que solo tiene ocho. Estados Unidos, por ejemplo, tiene diez, lo mismo que Ecuador y México.
Lo anterior permite esbozar que no es que seamos más “flojos” que el resto de la humanidad, sino que todo está determinado por la carga laboral que por cierto, debe ser, equilibrada y compensada –por mandato de la ley, la jornada laboral en Colombia es de ocho horas diarias, durante seis días, para un total de 48 horas semanales. Es, para que lo sepa, una de las más altas del mundo. La más baja, que es Holanda, tiene 29 horas semanales–.
El tema de fondo que debería empezar a tenerse en cuenta no es si tenemos o no más festivos que otros países sino si esa cantidad de horas que trabajamos las estamos empleando de forma productiva, es decir, ¿ el trabajar 48 horas semanales nos llevará algún día a ser el campeón, esta vez, de los países más productivos?
*Parte de la información incluida en este artículo fue extraída de http://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/colombia-el-pais-con-mas-dias-festivos-en-el-mundo/16639286
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