Desigualdad de género salarial en Colombia, un largo camino que recorrer para llegar a ser equitativos

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La brecha salarial de género existente en Colombia es una realidad que a pesar de que ha ido disminuyendo con el tiempo, continúa siendo un importante problema del país, que trae implicaciones económicas, sociales y laborales.

 

¿Por qué las mujeres, en la época en que vivimos, siguen recibiendo menos que los hombres por hacer lo mismo? En Colombia, en promedio, un hombre recibe una retribución un 16,68% más alta que una mujer que desempeña las mismas funciones y que incluso está mejor preparada profesionalmente, sin ningún motivo aparente, impacto sobre el mercado laboral que aún se está procesando.

Este hecho está obviamente relacionado con el techo de cristal que en ocasiones, en sociedades con tintes machistas o inequitativos, no permiten a las mujeres crecer profesionalmente o si lo hacen, es percibiendo unas condiciones injustas por su condición. Es por esto que la brecha se hace más evidente en niveles de cargo como la Alta Dirección, donde asciende hasta un 22,3%, frente a niveles de asesor donde es casi la mitad (12,19%).

 

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¿Qué mecanismos existen para disminuir esta brecha y fomentar la equidad interna e igualdad de oportunidades? En primer lugar, la definición de estructuras salariales competitivas y equitativas, basadas en cargos y no en las personas que las ocupan y sus condiciones particulares. Adicionalmente, disponer de sistemas de pago variable o asociados a indicadores garantiza que los mejores o los más productivos sean los mejor remunerados, independientemente de su género.

Realizar esta clase de estudios  en el mundo remunerativo garantiza tranquilidad y transparencia a los trabajadores y trabajadoras en particular, pero se puede ir más allá. Generar Planes de Diversidad en Colombia todavía no es una práctica recurrente, ya que no se ha generado regulación al respecto y las exigencias son mínimas, a diferencia de lugares como la Unión Europea, donde cada vez es más común contar con un Plan de Igualdad Empresarial e incluso una persona que gestione la Diversidad e Igualdad de la empresa para generar valor y garantizar la justicia social al interior de la organización. Pronto Colombia, si quiere seguir fomentando la apertura al mundo que está atravesando desde el punto de vista empresarial, deberá implementar esta clase de prácticas de nivel mundial.

En conclusión, es claro que esta realidad es inaceptable y particularmente generaciones como los Millenials cada vez son más intolerantes con esta clase de prácticas que van en total contravía con los principios de Responsabilidad Social, Reputación Corporativa y Felicidad en el Trabajo. El potencial no tiene género, solo se mueve mediante la orientación al logro y obtención de resultados, que debe ser el claro norte de las organizaciones de este siglo.

Las grandes transformaciones incorporan cambios demográficos, sociales y culturales, por tal razón hay que trabajar por entender la diversidad organizacional y disfrutar de los beneficios que esta aporta a la empresa, esto permitirá tener más talento tanto en volumen como en calidad.

¡Las empresas Felices son ricas en Diversidad, equidad interna y alto potencial!

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